La Iglesia Católica pide que oren por el hijo del diablo

Una vez más la Iglesia Católica pierde la oportunidad de poner en acción lo que predica. Dice que está al lado del desahuciado, el oprimido, el indefenso, pero históricamente termina en el lado opuesto. Hoy la Iglesia Católica de Cuba pide a los cubanos que oren por la salud (si no está muerto ya) del sátrapa fidel castro. Supongo que lo correcto sería pedir que oren por el futuro de Cuba (sin fidel), y no por el asesino que mantiene a 11 millones de personas en cautiverio. Pero que ha de esperarse, estos son los mismos que permanecieron inatentos durante la gran exterminación por Hitler de 6 millones de judíos. Por cierto que le tomó más de 50 años en pedir un flácida disculpa. ¿Será que no ven la diferencia entre fidel y Hitler?

La Iglesia Católica pide a cubanos orar por Fidel Castro

WILFREDO CANCIO ISLA
El Nuevo Herald

La Iglesia Católica cubana exhortó ayer a sus feligreses a que oren por la salud del gobernante Fidel Castro y pidió a Dios que ''ilumine'' a quienes han asumido temporalmente las riendas del país, con el general Raúl Castro a la cabeza.

La declaración de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC) --divulgada ayer-- califica de ''especialmente significativo para nuestro pueblo'' el delicado estado de salud que aqueja al mandatario, próximo a cumplir 80 años.

''Los obispos de Cuba pedimos a todas nuestras comunidades que ofrezcan oraciones para que Dios acompañe en su enfermedad al presidente Fidel Castro e ilumine a quienes han recibido provisoriamente las responsabilidades del gobierno'', indica la nota del clero de la isla.

La misiva será leída en todas las parroquias cubanas el próximo 6 de agosto durante la misa dominical.

''A la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba, confiamos todo cuanto nos preocupa en esta hora de la historia de nuestra patria con un hondo deseo de paz y de fraterna convivencia entre todos los cubanos, que no puedan ser perturbados por ninguna situación externa o interna'', agrega el documento.

La proclamación fue recibida con cierta reticencia por sectores del exilio cubano de Miami, donde la población católica es mayoritaria.

Pero Monseñor Agustín Román, uno de los líderes espirituales de la comunidad cubana, calificó la declaración de 'convencionalmente eclesial', y dijo que deben entenderse ``las sutilezas que contiene el lenguaje que sale de Cuba''.

''Siempre he rezado por la salud de todos los enfermos y el descanso de todos los difuntos'', explicó Román. ``Y por Cuba, para que reine la paz, pero la paz de la Iglesia, que es verdad fundada sobre los pilares del amor, la justicia y la libertad''.

Un diácono contactado ayer telefónicamente por El Nuevo Herald en La Habana coincidió con Román en que ``la paz que menciona la Iglesia Católica no puede entenderse sin justicia y libertad''.

''La Iglesia no puede dejar de orar por un ser humano'', indicó la fuente. ``Es un texto discreto en su preocupación por la salud del jefe de Estado''.

Varias fuentes en La Habana y el interior del país han confirmado un incremento visible de personas orando en las parroquias desde que Castro anunció que delegaba el poder a su hermano por motivos de salud, el pasado lunes.

La carta de la COCC se produce tres días después que la Arquidiócesis de Miami emitiera una declaración sobre el incidente implorando la democratización de la isla. El Vaticano no se ha pronunciado aún sobre la salud de Castro.

''Invitamos a todos a la calma, el buen juicio y a intensificar la oración por el bien de Cuba para que este sufrido pueblo pueda vivir en una sociedad donde se respeten todos los derechos de los ciudadanos'', afirma la proclama firmada por monseñor John C. Favalora, arzobispo de Miami.

Este domingo en la Ermita de la Caridad del Cobre, en Coconut Grove, habrá plegarias cada hora --comenzando a las 8 a.m.-- a favor de la paz en Cuba. La jornada de oración concluirá allí con una misa a las 8 p.m. La Arquidiócesis de Miami enfatizó que en este momento de transición en la isla, los fieles deben rezar por paz, reconciliación y unidad.